A Portugal también ha llegado la buena arquitectura prefabricada, se llama MIMA House, y destaca por su descarada línea moderna y alto grado de configuración, pues gran parte de su tabiquería interior puede cambiarse de sitio, e incluso quitarse.
Estas viviendas pueden tener cualquier forma (cuadrada, rectangular, irregular…), pero todas ellas vienen con su superficie (suelo y techo) dividida, siguiendo un tramado ortogonal de 1.5 metros de lado. Se trata de una guía en la que encajar la posición de las paredes, con la intención de que sea fácil para sus ocupantes ampliar/reducir el tamaño de las habitaciones en incrementos de 1.5 m.
Los acabados de los paneles están disponibles en una amplia variedad de colores, siendo también posible optar por el de madera contrachapada, con la posibilidad de tener un color diferente a cada lado, siendo por tanto muy fácil cambiar la decoración de la vivienda. Las Casas Mima se pueden personalizar en muchos otros aspectos, por lo que nunca habrá dos edificios iguales.
Otras características de esta arquitectura prefabricada
Los años de investigación y desarrollo han dado lugar a un producto que combina estupendamente el buen diseño y la funcionalidad, ya sea para utilizarse como vivienda permanente o temporal, oficinas, pabellón de presentaciones, local comercial, etc.
El diseño de estas estructuras hace que cada una de sus esquinas funcione como un importante soporte que recibe las cargas de la cubierta. Esta disposición permite que se puedan tener las fachadas completamente acristaladas, pero hace que casi todas se vean iguales, siendo éste un aspecto que puede no gustar a algunos usuarios, pero es un sello inconfundible MIMA House.
Aquí se emplea una metodología de construcción que es sólida e innovadora, permitiendo conseguir en muy poco tiempo diseños de edificios que se adaptan al sitio y a la climatología, haciendo uso de materiales que proporcionan un alto grado de confort a sus propietarios.
Es posible adquirir un Casa MIMA de espacios abiertos, o completamente equipada, con paredes, puertas, armarios empotrados, baño, cocina, y calefacción. Pero antes el fabricante nos permite probar diferentes configuraciones personalizadas, utilizando una aplicación-web en la que arrastrar módulos, comprobar el resultado en un vista interactiva tridimensional, configurar acabados, paredes, muros, ventanas y puertas. Una vez completado el proceso, solo hay que enviarlo, y se recibirá un documento PDF con dibujos y renders.
Dependiendo del tamaño del edificio y la tipología, el tiempo necesario para su construcción varía entre 8 a 12 semanas, al que habrá que sumar el de montaje (una o dos semanas).
En relación a su envolvente, hay que decir que incluye una gruesa capa de aislamiento, pensado para resistir climas extremos, aunque es posible adaptar sus paredes exteriores con capas de mayor espesor. La calefacción se puede hacer por aparatos de aire convencionales, unidades de fan-coil, o suelo radiante. El agua caliente sanitaria se produce mediante una caldera eléctrica, ayudada incluso con paneles solares, pero todos estos sistemas (y otros sostenibles) son opcionales.






El equipo que hay detrás de esta arquitectura prefabricada también se puede encargar de buscarnos el terreno apropiado, de la decoración interior, mobiliario, así como del paisaje exterior del edificio.
Las casas prefabricadas MIMA House están desarrolladas por la oficina de MIMA Architects, formada por un equipo multidisciplinar que está centrado en la creación de productos simples y accesibles, con la intención de ir más allá de un estudio convencional de arquitectura, proponiendo siempre ‘edificios sensibles': un diseño integrado prefabricado y democrático.
MIMA House: arquitectura prefabricada portuguesa es un artículo publicado por © IS-ARQuitectura | Prefab, el 02/04/2015.
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